miércoles, 22 de diciembre de 2010

Y entonces...



Yo tenía "todo"... ganas de luchar por aquello, alguien que me quería ( y me quiere), estabilidad...  pero entonces llegaste tú... con esas palabras que sabes que nos encantan, con la facilidad y la elegancia de decirlas cuando sabes que las necesitamos, esa labia, esa... en fin...


Ahora, aquí, sentada, ahogada en un mar de dudas, me pregunto qué debo hacer... ¿a qué me aferro? a esa estabilidad? o por el contrario debería echarle valor y debería tirarme a la piscina? No lo sé... sé que en cierta manera tú estás igual... pero tampoco mueves ficha, y sin movimientos de ficha, no hay  jaque mate.

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